La hepatitis B sigue siendo un serio problema de salud pública. Aproximadamente 300 millones de personas son portadoras del virus y según datos de la Organización Mundial de la Salud, la hepatitis B es la novena causa de muerte en el mundo. El virus de la hepatitis B (VHB) es responsable del 5-10% de los casos de hepatitis crónica, cirrosis y carcinoma hepatocelular en los países occidentales y es asimismo una indicación relativamente frecuente de trasplante hepático.
El VHB es un virus con un genoma circular parcialmente a dos caras de ácido desoxirribonucléico (DNA) de aproximadamente 3.200 bases. La mayoría de las infecciones primarias en adultos son autolimitadas; el virus se elimina de la sangre y del hígado, desarrollando los individuos una inmunidad duradera. De los adultos infectados menos del 5% desarrollan infecciones crónicas que pueden ser asintomáticas. Cerca del 20% de individuos crónico infectados desarrollan cirrosis. Existe un riesgo mayor de 100 veces de desarrollar carcinoma hepatocelular en los infectados crónicos que en los no portadores. La mortalidad de la infección aguda por HBV es el cerca de 1% y en los Estados Unidos, las muertes por infección crónica del VHB se estima en un rango de 3.000 a 5.000 individuos por año.
Actualmente el HBV se transmite por transfusión con mayor frecuencia que el virus de la hepatitis C o el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). El riesgo residual de infección por HVB por donaciones estudiadas para AgsHB y para anticuerpo anti HBc se estima de 1 en 63,000 a 1 en 180,000 donaciones. La causa principal de la transmisión de HBV por sangre es atribuible a la donación por donantes con infección aguda de HBV asintomáticos que todavía no han desarrollado HBsAg (es decir, donantes en el período de ventana), y de donantes con la infección crónica en las cuales los marcadores serológicos no se detectan (hepatitis B oculta). Las donaciones de sangre seronegativa de individuos infectados pueden transmitir la hepatitis B, en tales casos, al usar la reacción en cadena de polimerasa (PCR) se ha demostrado que el DNA del HBV se puede detectar a niveles bajos en la sangre del donante.
El HBsAg llega a ser perceptible en sangre 30 a 60 días después de la infección seguida por la aparición del anti-HBc. La viremia que se desarrolla en el momento que se detecta el HBsAg, puede alcanzar 109-1010 virions/ml en las infecciones agudas.
Una vez que la infección por HVB es controlada por el sistema inmune el antígeno de HBsAg desaparece de la circulación y el anti-HBc y anti-HBs ) persisten generalmente indefinidamente. Hay evidencia de que el anti-HBc puede disminuir e incluso desaparecer por décadas en las infecciones resueltas. En individuos infectados crónicamente, las pruebas para HBsAg y anti-HBc generalmente siguen siendo positivas de por vida, pudiéndose detectar en sangre títulos virales bajos por largos periodos tendiendo a disminuir con el tiempo.
Ha sido ya desarrollada la prueba de NAT para la detección de DNA del VHB. Hasta ahora, se ha autorizado para estudiar las donaciones de sangre usando un formato de minipool aunque también puede ser usado para donaciones individuales, aumentando la sensibilidad de la prueba. Consecuentemente, anti-HBs ahora tiene valor cuestionable como marcador de la infección de la hepatitis B, ya que la extensa vacunación para hepatitis B desde hace varios años ha resultado en que muchos individuos tengan Anti-HVB resultante de la vacunación.
Nosotros en el Estado de Baja California tuvimos en 25,744 donadores una seroprevalencia de 0.16 de 1998-2000
El riesgo asociado con el periodo de ventana por seroconversión de donadores para HVB cuando se realiza AsHVB se estima de 59 días (37-87) con un riesgo residual por millón de donaciones de15.83 (6.82-31.97)
Vázquez–Flores y cols en un studio retrospectivo de 17,176,298 pruebas serológicas incluyendo VIH, VHC y VHB realizadas a 5,725,432 unidades de sangre captadas e informadas al CNTS de enero de 1999 a diciembre de 2003 por todos los bancos de la República Mexicana. La prevalencia en los cinco años para el VIH, VHB y VHC se ha mantenido estable entre los donantes. El riesgo residual encontrado con la prueba de hemaglutinación fue de 1:1,564 para el VHB. Con la prueba de ELISA el riesgo descendió a 1:3,185 para el VHB. Si se empleara la prueba de amplificación de ácidos nucleicos, el riesgo disminuiría a 1:8,170 para el VHB.
Schreiber y cols usando datos de 586,507 personas que donaron una o mas veces entre 1991 y 1993 y quienes pasaron todas las pruebas de seleccion clinica y de Laboratorio, el riesgo de dar sangre durante el periodo de ventana de la infeccion fue estimada para HVB de 1 en 63,000 (31,000 to 147,000).
De acuerdo a Florian y Cols. El riesgo de HVB en productos sanguíneos liberados en Estados unidos es de 1 en 277,000 y en Europa de 1 in 72,000 – 1,100,000