Virus de la Hepatitis C.

En los años 80, investigadores de los Centros para el Control de las Enfermedades (dirigidos por Daniel W. Bradley) y de Chiron (Michael Houghton) identificaron el virus. En 1990, los bancos de sangre comenzaron a analizar la sangre de los donantes para detectar la presencia del VHC, pero no fue hasta 1992 cuando se tuvo disponible una prueba confiable para identificar los anticuerpos de HCV.

El descubrimiento del virus de la hepatitis C (HCV) llevó a que la mayoría de los casos de hepatitis non-A, non-B eran debido a la transmisión de HCV en sangre.

Tiene seis genotipos principales numerados del 1-6, y varios subtipos, siendo el genotipo 1 el mas común y el mas difícil de tratar. Los genotipos se designan con números arábigos y los subtipos se denominan con letras.

El VHC  es un hepacivirus de la familia Flaviviridae, virus citopático con gran variabilidad genómica con replicación tanto intra como extrahepática a través de la enzima polimerasa de RNA. El periodo de incubación promedio es de 6 a 7 semanas, con rango de 2-26 semanas. HCV se incorpora al cuerpo con la exposición directa a la sangre.

El virus de la hepatitis C infecta aproximadamente 170 millones de personas en el mundo, lo que representa una pandemia cinco veces mayor que la causada por el virus de la inmunodeficiencia humana. Debido a las de pruebas de escrutinio en los bancos de sangre, el riesgo de transmisión de la infección por transfusión sanguínea se ha reducido notablemente, sin embargo, la transmisión por otros mecanismos como el uso de agujas contaminadas por drogadictos ha adquirido importancia en algunos países. El riesgo profesional por lesión con objetos punzo cortantes en los trabajadores de la salud se estima en 3 %. La transmisión del virus de la hepatitis C por vía sexual no se ha logrado demostrar en forma definitiva.

Puede presentarse como enfermedad leve con ictericia en menos del 20%, del 75-85% evolucionan a infección crónica, 70% a hepatitis crónica, cirrosis en el 10 al 20% y con una mortalidad por enfermedad crónica hepática de 1-5% (7)  y la tasa de mortalidad combinada de cirrosis y carcinoma hepatocelular se estima en 14.5% durante un período que se extiende de 21-28 años.

El riesgo residual asociado con el periodo de ventana por seroconversión de donadores para HVC se estima de 82 días (54-192) con un riesgo por millón de donaciones de 9.7 (3.47-36.11)

La prevalencia mundial en donadores de sangre varia de 0.5-1.5%.

Gamaliel Benítez-Arvizu et al menciona que los estudios de prevalencia realizados hasta ahora en México han sido efectuados en grupos  seleccionados de la población. Durante 1995 y 1998 en dos bancos de sangre en Lagos de Moreno y La Barca, Jalisco, se analizaron 2,439 donadores de la primera localidad y 1,465 de la segunda; mediante ELISA de tercera generación se encontró una prevalencia de virus de la hepatitis C de 0.082 y 0.27 %, respectivamente. En otro estudio en Durango (1996) se encontró una prevalencia de 1.47 % en donadores de sangre, 13 mientras que en otro en el Hospital Central Militar del Distrito Federal se reportó una prevalencia de 0.74 % en donadores voluntarios.

Gamaliel Benítez-Arvizu et al en el Banco Central de Sangre, Centro Médico Nacional La Raza del Instituto Mexicano del Seguro Social,  realizaron quimioluminiscencia como prueba de escrutinio y se realizó inmunoensayo recombinante como prueba confirmatoria y una prueba cualitativa de reacción en cadena de la polimerasa para detectar viremia. Los genotipos virales se identificaron mediante Line Immuno Probe Assay. Resultados: la prevalencia general de infección por el virus de la hepatitis C en la población estudiada fue de 0.195 % (10/5105) y 90 % de los sujetos presentaba viremia. La prevalencia en los disponentes aceptados (0.087 %) resultó significativamente menor (p = 0.017) que en los rechazados (0.421 %). El genotipo más frecuente fue el 2 (60 %) y el resto presentó una combinación de los subtipos a y b delgenotipo 1.

La baja prevalencia de infección por virus de la hepatitis C en la población estudiada podría explicarse por diversos motivos: a) La transmisión sexual del virus no se ha demostrado plenamente y en caso de existir, sería un mecanismo poco eficaz. b) El uso de drogas intravenosas en la población general en la región central de México no es una práctica común. c) Las estrategias para la transfusión de sangre segura han disminuido considerablemente la transmisión de virus.

En México Marin y cols. reportaron una seroprevalencia de 0.61% en donadores aceptados y de 1.32% en diferidos.

Nosotros en el Estado de Baja California tuvimos en 25,744 donadores una seroprevalencia de 0.78% de 1998-2000.

Nuevamente el estudio de Vázquez–Flores y cols muestra que en México el riesgo residual para el VHC encontrado con la prueba de hemaglutinación fue de 1:977; con la prueba de ELISA el riesgo descendió a 1:2,781; y si se empleara la prueba de amplificación de ácidos nucleicos, el riesgo disminuiría a 1:9,915.

De acuerdo a Florian y Cols. El riesgo de HVC en productos sanguineos liberados en Estados unidos es de 1 en 1,930,000 y en Europa de 1 en 2,000,000 – 4,400,000